domingo, 10 de junio de 2007

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Carta 1*

He estado esperando un pretexto para escribir una novela, una carta irremediable, algo que deje de ser mío para volverse de ti. Sé que podría quedarme sentado al infinito sin utilizarte entre estas letras (y tal vez es lo que debí haber hecho. Esperar la madurez, los años sabios, otra guerra, un golpe de estado...), pero acostumbro desesperarme pronto y hoy te tocó ser el infortunado destino de mi impaciencia literaria.

Creo que he estado tanto tiempo en esta ciudad, en este país, en esta edad (que calculo entre los 15 y 19 años), en este apasionamiento incontrolable de hacerme triste, que las cosas se me han vuelto ajenas. Ahora no hay nada más ajeno que lo que conozco desde que tengo memoria. Ayer salí con mis hermanos de toda la vida, traté de ponerme al corriente en sus juegos, en sus pasados, sus amores y me aburrí como niño en misa. Después traté de contarles de mí, intentar que esta historia en descontrol nos uniera para siempre... que se alegraran de mi destrucción y aportaran ideas para la comicidad de mi depresión constante... nada. Y yo me he vuelto cínico y ellos se han vuelto señores... Así, mientras Pancho y yo nos hemos perdido antes de nuestro respeto y después de nuestra ironía, el mundo termina repitiendo los mismos temas que nosotros hemos superado desde que jugábamos con lodo... (aunque lo seguimos haciendo). No sé, quiero creer que esta pasividad nos está cambiando el alma por un payaso, un Arlequín desesperado en su corazón y arrepentido en el mío. ¿Por qué empiezo hablar de Pancho? Me voy a morir, él es importante.

Así sigo esperando una oportunidad para escribir, una oportunidad que no merezco ni he hecho nada para merecerla... una oportunidad que no he perseguido... pero la espero. Creo que lo que pasa con los artistas de nuestro continente (nuestro continente es el de abajo) es que están demasiado ocupados (ilusionados) conviviendo con sus fantasmas como para empezar a venderlos, subastarlos o regalarlos. No, no estoy apuntado la artisticidad mía, sino a la de los que conozco. Mis músicos amigos, mis pintores, los escritores que sé que escriben y jamás serán leídos. Saber es una maldición, una burla del destino para los que necesitan saber que no saben...

5 comentarios:

hada asesina dijo...

creo que me rompió el corazón. recuerdos d prepa y la esperanza carcomida de sentirse entendido
polvos margarianos1
y 2 borregos

Anónimo dijo...

En mi opiniòn puedes empezar a vender, subastar o regalar.

Anónimo dijo...

Hola, como vi que te gusto la entrada de pach: Todo pensamiento debería recordar la ruina de una sonrisa. Pense que te agradaría leer más del original.

Original: Abulia http://neonidas.blogspot.com/

pepe dijo...

bien... encontré buenos momentos con neonidas.

Pach dijo...

recuerdos inolvidables... tratas de vituperar algo emocionante... besos pachianosss