Entiendo que eres mi occidente con ojos de arrebato,
mi abandono diario.
¡Vuelve ayer! que regresé lunático
y ocupo comprobar que no eres musa-noche
o fantasma-complot, temblor de manos...
un güisqui resultado de mi desadolescencia
que vive sólo por tu pasión intermitente.
martes, 16 de marzo de 2010
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