jueves, 19 de enero de 2012

notas al margen

Son diez años del primer capítulo de la Novela de Paso, diez años de Elena que fue Lorena que fue Emilia que fue Sofía para desear ser Emilia. Entonces la historia era de Santiago, que fue Rodrigo que fue Francisco que fue Guillermo que fue Andrés para ser otro Santiago.
Sigo pensando que las letras están subordinadas por una sola historia formada de todos (todos)los textos apartados del escritor (se declare, firme, sea, pretenda ser, o se desconozca).
Alguna vez creí que mientras escribiera todo se iría acomodando, o que en algún extraño futuro alguien encontraría el ritmo de las letras y armaría el relato escondido en el relato. Diez años después sé que no pasará, tengo la novela empolvada de mi abuelo y encarcelada la Novela de Paso como prueba y karma del sueño literario.
Hay días que anhelo al suicidio los diecitantos, hoy uno de ellos.