sábado, 5 de julio de 2008

miento

Empiezo a dudar que sea el mundo quien conspira, lo único seguro es la espiral en los huesos y el temblor en todas mis manos (más en la izquierda). Ayer regresé a mi departamento atrapado con el casi-llanto del norte (acá sólo llueve polvo), después de una plática inalámbrica con Carlos. Claro que ya no hablamos de deicidiarios, ni de Elena, ni de lo que a mí me hace falta o de los sueños de ambos. Hablamos de nada por miedo de gente adulta y seguimos extraviados en busca de poesía. Fue un diálogo precipitado donde él aseguró haber encontrado su escape a la hipersensibilidad; yo sigo en eso, aunque coincidimos en que mi extravío tiene que ver con copas y que estamos perdidamente apasionados de tristeza, más yo. Así, me pierdo con millas y puntos que me alejan del ecuador en esta pausa literaria donde alimento personajes asesinos míos, enamorados de ti. -en espera del momento dramático-

4 comentarios:

hada asesina dijo...

we're back! hay mucho q hablar. si puedes llamame.

hada asesina dijo...

0034639913837
borregoss

Margott dijo...

Extrañaba leerte primors. No se vale desaparecer.

CarloZ dijo...

Recuérdolo... ¡y el miedo persiste!