martes, 1 de enero de 2008

2do.

Me gusta la imagen de cualquier posible juego con las letras de tu nombre. Eso lo descubrí mientras te buscaba en las páginas del décimo tercer capítulo de mi novela de paso, todo durante un crucero de Helsinki a Estocolmo donde te imaginé antes de apostar todo en las cervezas del casino. Yo no juego, aunque claro que me gusta Dostoyevski, y por supuesto que perdí. Nunca pensé que fuera a decir que prefiero tierra firme, el efecto tierra firme, las borracheras tierra firme. No pensé que lo fuera a decir sintiéndome un pirata diletante. Y sigo de puertos, aunque lo que yo necesito es irme de marcha. Aquel día lo único que esperaba era llegar a Estocolmo para matarme la resaca con otra cerveza o con una barbacoa de hoyo aunque alguna vez me dijeron que eso no sirve de nada, mucho menos en el viejo mundo; desembarqué y caminé las calles de otro puerto pensando en el estilo Tesistán sin encontrar nada y tuve que destrozarme los mareos retrasados del Báltico con tragos de Heineken. De todas maneras la resaca resultó incurable y no me quedó más que caminar divertido, hablando con hada hacia cualquier parte del mundo, pensando en que yo te conocí un día-festejo que inventó Carroll.

Recorrí la ciudad siguiendo las torres de las iglesias durante 3 horas, cuando por fin encontré la oficina de turismo resultó que los mapas de la ciudad estaban agotados pero que me podían dar un folleto con las direcciones de los mejores restaurantes de la ciudad, a lo que contesté sonriendo que “no, muchas gracias... por mí que se la engrapen” –las maravillas del español sin terminas las frases guiñando un ojo-. Tengo que confesar que nunca he sido orientado y ahora veo fotos de una iglesia a horas distintas y claro que la iglesia no es la misma... por eso no me quejo de nada. Un viaje diferente, mis manos no dejaron de temblar en todo el día y yo paseaba como Jesús debió de haber caminado cuando se atrevió a caminar "sobre las aguas".

Ahora, en un nuevo puerto, estoy contando los labios que llevo en el movil, desesperando el año nuevo dos días antes. ¿Sabes que las bancas han dejado de utilizarse en los países primer mundistas?, aquí dicen que es por el invierno.

2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Creo que leer tu blog era lo último que me faltaba para abrir los ojos.