Tengo dos confirmaciones de vuelo y hambre de manos. Infancia tardía resultado de atardeceres constantes... viajes imaginarios. Ahora queda atravesar la capital con los mismos libros leídos tantas veces. Releer es pasatiempo intelectual e imbécil, contrario a sólo seguir leyendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario