- Diez meses siguiendo algo que no se qué sea. Es para reírse. - dije distraído, como si alguien me lo susurrara desde el otro lado del mundo.
Entonces me levanté y te ayudé a pararte. En tu boca quedaban migajas de chips, vi tus labios rojos como tus mejillas, tal vez fue por tu miedo o porque así eran. Te besé a un lado de la nariz respondiendo tu pregunta sobre la república, después pasé mi brazo por encima de tus hombros preparandote para caminar como camaradas. En ese momento apareció la guardia civil por la esquina donde habíamos doblado hace apenas unos minutos. Yo me paralicé mientras tú empezaste a caminar hacia ellos con la bolsa de chips volteada sobre tu boca consiguiendo que cayeran los últimos pedazos que se escondían en el fondo.
Caminé. Nos acercamos, cinco de ellos avanzaban como marchando (que estupidez), el sexto corrió cruzándonos y se detuvo detrás. Cuando estaban a un metro de nosotros tú les sonreíste y yo le tiré un derechazo en la nariz al puerco que estaba más cerca de mí, no se lo esperaba y se fue hacía atrás, después bajé el otro brazo de tu hombró y salté sobre él. Tú giraste para patear al guardia en nuestra espalda. Los otros cuatro me cayeron encima a macanazos.
Cuando dos fueron por ti y te esposaron gritaste que viviera la república, yo intenté voltear a verte sonriendo, pero cuando me destapé la cara recibí un codazo en la boca que regresó mis manos a donde estaban. Después llegaron más puercos, tres te arrastraron hasta una patrulla y a mí me subieron en la parte de atrás de una camioneta gris. La caja iba vacía. Mientras avanzabamos pensé en mi vaso de güisqui y reconocí el error de llevar el libro en su lugar. Después quise decirte que si ellos aborrecían la república... yo aguantaría, aunque no supiera su significado.
4 comentarios:
esta obra ha terminado. zombieen espera de nuevos proyectos. apunto de partir a Berlin
expresso FAusto desde Berlin. Te avisaré la forma de llegada. Proyecto?
será en diciembre.
zombie!
ya! despierta
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